El modelo cognitivo de psicoterapia nos ofrece la claridad necesaria para saber que no son las situaciones las que determinan directamente nuestras emociones, sino la interpretación que hacemos de ellas. Ofrecer y recibir claridad de las interpretaciones que cada persona le da a una situación, es un factor clave en la comunicación, pues en ello reside la oportunidad de validar los argumentos de otra persona.

La fórmula X, Y, Z es una guía de comunicación que permite enfatizar los elementos necesarios para poder comunicarse efectivamente. No se trata de que de ahora en adelante esta deba ser la manera en la que te tengas que comunicar con los demás (eso es imposible y/o tedioso). Pero resulta muy útil tener un referente sobre qué nos ayuda a resolver un problema de comunicación.

«Yo me siento X, cuando tú Y, porque eso me hace pensar que Z»

X (emoción): Identificar y hacer mención de las emociones ayuda a dar claridad sobre cuál es el contexto de cada persona. No es lo mismo decir “estoy triste porque me dejó mi novia” a expresar “estoy enojado porque me dejó mi novia”. Aunque la circunstancia es la misma, queda claro que las necesidades de la persona pueden ser distintas. En el primer caso, la persona quizás sólo necesita ser escuchada, mientras que, en el segundo caso, quizás más bien necesita saber cómo solucionar un conflicto.

Normalmente, nos sentimos tristes al considerar que hemos perdido o nos hemos alejado que algo que es valioso para nosotros, nos sentimos ansiosos más bien, cuando nos da miedo perder o alejarnos de algo que es valioso para nosotros, y solemos sentirnos enojados cuando evaluamos que es injusto que se quiera perder o alejar algo que es valioso para nosotros. Como puedes ver, tener en claro la emoción específica de los demás te ayudará a saber «por dónde van los tiros» y a evitar caer en malinterpraciones.

Y (situación): es importante tener en claro y/o ser descriptivo con la conducta o situación específica que está generando en conflicto. No es lo mismo decir: “me siento enojado/a cuando no volteas a verme cuando te hablo” a decir: “me siento enojado cuando no te importa que te esté hablando”.

Ojo, parece simple pero no lo es:

En el primer caso, el enojo o la molestia es causada por no mantener el contacto visual, mientras que en el segundo, la molestia es causada por la idea de que no es importante lo que está diciendo la otra persona. En algunos casos, para alguien puede no ser incómodo que su escuchante no mantenga el contacto visual. En otros casos, no hacerlo puede significar para esa persona que «no le importa» a su escuchante lo que está diciendo. Si se pudiera aclarar que independientemente de no mantener el contacto visual, le damos importancia a lo que dice otra persona (o que nuestra falta de contacto visual se debe a otra causa), vamos a poder evitar el malentendido.

La primera oración salta directamente a conclusiones e interpretaciones (“no te importa”). En realidad, no podemos saber si a la persona le importa o no. Por eso, es importante tratar de sólo ser descriptivo en este punto, pues una cosa es describir lo que observamos, y otra cosa es sacar conclusiones sobre lo que observamos.

Otro ejemplo de un adecuado uso de la comunicación podría ser cambiar el decirle a un adolescente: “me molesta que no respetes la casa” por “me siento molesto cuando subes los pies a la mesa”, pues en el primer caso, el adolescente tendría razón en decir que él respeta a la casa, y sólo está subiendo los pies a la mesa. En ese caso, el adolescente podría tener razón, pues nadie mejor que él conoce lo que cree y lo que siente. Por eso, para evitar al malentendido evitamos adivinar el pensamientos y las emociones de los demás.

Z (interpretación): afirmar las cosas es acusatorio y pone a las personas la defensiva, incluso cuando sólo tratamos de ser descriptivos. No es lo mismo decir “no te importa”, que decir “esto me hace pensar que no te importa”. En el primer caso, al afirmar, (“esto es así, no te importa”), estoy invadiendo la experiencia de la otra persona y no estoy haciendo válido lo que a esa persona le pasa en realidad, recordemos que la invalidación es frustrante, molesta o incómoda, por lo que aún cuando uno pueda tener la razón, estaremos provocando que la otra persona se ponga a la defensiva. En el segundo caso, cuando en lugar de afirmar las cosas, explico lo que me están haciendo pensar, (“esto me hace pensar que”) sólo estoy hablando de lo que yo estoy suponiendo, sin invadir lo que son las cosas para la otra persona, gracias a que puedo tomar distancia de mis afirmaciones. Todos somos libres de suponer, por supuesto, mas no de asegurar lo que para otras personas son las cosas. De esta manera podemos ser menos intrusivos e invalidante cuando hablamos de nuestra interacción con el otro.

Recuerda: «Yo me siento X, cuando tú Y, porque eso me hace pensar que Z»

Integrando las letras anteriores podemos ver las claras diferencias en los errores de comunicación:

Error: “No te importa que te esté hablando”.

Acierto: “Me siento molesto cuando te hablo y no me diriges la mirada porque eso me hace pensar que no te importa lo que te estoy diciendo”.

Error: “¡Eres un vago!”.

Acierto: “Estoy (yo me siento) insatisfecho con que te levantes tarde (cuando tú), porque eso me hace pensar que no te esfuerzas lo suficiente”.

Error: “Sólo piensas en ti”.

Acierto: “Me siento molesto cuando no haces válido lo que te digo, porque eso me hace pensar que no soy importante para ti.

Como puedes ver, tener una idea de este modelo de comunicación es una manera directa de evitar malentendidos entre nuestra pareja.

Lista de errores de comunicación del hablante

  • Salirse del tema.
  • Queja tras queja (palabras escaladoras la una bola de nieve).
  • “Deberías” tras “deberías”.
  • Sacar a relucir el pasado.
  • Leer la mente (suponer).
  • Generalizar.
  • Amenazar o exigir.
  • Echar la culpa.
  • Mostrar indiferencia.